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viernes, 1 de julio de 2011

El otro mar

En las aguas, preciso, nace el día
determinado por la eternidad;
y ha llegado éste en sal para el amor.

Viene en barco el potente rey de luz
sobre la algarabía de las algas,
la adoración perpetua de las olas.

Moja mis pies un llanto colosal
que va fluyendo desde el horizonte;
sube a mi diestra el canto de sus peces.

He puesto mi esperanza en el amor
este día de espumas luminosas,
y tomo el remo al ir desnudo al beso.



26/02/2004