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lunes, 25 de julio de 2011

Una rosa en vuelo

rosa suspendida en el aire del dia


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Recitar el jardín
es recrear la rosa en el vacío,
hacer que aromen las palabras sueltas
el vuelo de botánicas esbeltas.
Nace en hipérbole el gracioso río
que humedece el aliento del poeta,
torrente polimorfo
anhelando la costa más secreta.
Allí despliega un bosque instrumental
su olor de vuelo terso,
bandada vegetal 
que se libera en lúdica armonía. 
Jardín del universo
la flor que se replica en cada boca,
y suma la emoción o la agonía
de todo oidor que toca.
Recitar el amor
es saber de su cómplice la flor,
suplicante caricia a la criatura
dispuesta a su ternura:
enamorar gentil con la ilación 
de rosas en los labios, y dejar
que un beso aspire en ellos la fragancia.
Ah la imaginación:
El viejo Edén pervive en tal lugar
madurando las vastas maravillas
y aun el ritmo que adorna a la distancia
la casa de mis métricas sencillas.
También cabe soñar la Primavera
sobre el brote del aria florecida
que en el bosque del bardo se produce.
Nadie a la rosa llama prisionera
cuando en el verso luce
al aire extrovertida.
¡Y cuán gozosa vida
la que en canto y aroma, amor transluce!

 

31/01/2008