Ya no hay mar,
para estos ojos ciegos ya no se siente el mar,si acaso todavía ruge a lo lejos
la canción de olas inmerecidas,
y aún deja el aire en nuestra ropa
el nombre del agua sibilante.
Y cómo nos grita el sin sentido
de las huellas en la arena
cuando al mediodía el mar intenta sin nosotros
la gravedad de otros huecos planetarios.
Y hacia estos se empeña el mar
con su dulce humedad de cangrejos y horizontes;
se esfuerza cabalgando con gracia
sobre el amor de un millón de caballitos marsupiales
Son culpables todas estas manos solitarias,
voluntariosas en palpar desde lejos
lo que pide amor con nuestros poros,
que se nos ha ido el gran mar de las sirenas
hacia la otra cara prometida del silencio.
18 de septiembre de 2023