Lentos en la ciudad silban
ríos de inhumanidad;
son drenajes desbordando
nuestras íntimas miserias.
Desecho de todo aquello
que amamos y disfrutamos,
y hoy corre irreconocible
como peste en la memoria.
12/04/95
Lentos en la ciudad silban
ríos de inhumanidad;
son drenajes desbordando
nuestras íntimas miserias.
Desecho de todo aquello
que amamos y disfrutamos,
y hoy corre irreconocible
como peste en la memoria.
12/04/95