cuyo lenguaje la palabra ignora
y aun evita la lírica sonora
ya que su canto vive de sabores,
vive más de un factual sentir de amores
y del beso solar que lo colora.
Vive de una fragancia cazadora
de colmenas y alados chupadores.
En las flores está la tierra riendo,
está el gozo de lunas cultivadas
y el cotilleo gris de los gorriones.
Está al alba su aroma trascendiendo
hasta llegar a las diez mil miradas
de la tarde y la noche de ilusiones.
01. 08. 2025