algo igual a enclaustrar el pensamiento,
cederle toda autoridad al sueño
como cede el amor al sacrificio.
Durmiendo se abre un raro laberinto
de paredes nubladas y de espejos,
pasillos inventándose en un cuerpo
mentalizado a perseguir delirios.
El inconsciente crea la mirada
y el espectáculo, teatro oscuro
donde actúa mi polvo figurado.
Vigilia y sueño tienen piel amarga,
Son dos repúblicas en contrapunto,
dos visiones turnándose mi espacio.
24 de agosto 2025