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viernes, 8 de noviembre de 2024

La rosa tardía

La rosa inventa el último alfabeto,
vocales balbucientes
para la piel de un fruto que se oculta,
orbe del que hablan pocos
pero muchos intuyen con el tiempo.

Toda rosa tardía
prescinde de sus rojos cada noche
para vestir de azul los blandos pétalos
y beber las edades de la arcilla;
recrear en sí misma, en sus entrañas,
el verbo terrenal
y aromar la lectura de su cuerpo.

En toda alba la rosa
halla su espejo en un zumbar de abejas,
halla en ellas su hablar resucitado
como alas blancas de perfumería.
Tal forma indefinida hace el discurso,
casa que deshojándose en los labios
da su serenidad de consonantes
y así integrar su canto en otros pechos.




22 de octubre 2024