Nada es más placentero que mirar
la marea del viento entre las piedras,
construyendo espejismos imposibles
aun para los fantasmas de los muertos.
¿Quién suelta el torbellino destructor?
¿Quién orquesta las dagas azarosas?
El viento que nos trae toda música
es también instrumento capital.
Es la transformación vertiginosa
que hace el viento en las nubes similar
a lo que vida y muerte han hecho siempre
en las generaciones de los hombres.
22/03/2011
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