que es la Luna y su imagen en el mar,
torpe en mis pasos, triste contemplando
gajos que van cayendo a la ciudad.
Y pensar que es la misma Luna trunca
que la de nuestros padres, que será
la que alumbre después a nuestros hijos,
y aun posterior al hombre existirá.
Que en tanto corporal silencio somos
un ¡ay! minúsculo a su eternidad.
17/04/89