como en la melodía de los bardos
que cantan pese al duelo y al olvido.
Ellos cantan al hombre singular,
aquel que queda de generaciones
como el arquetipo humanizado.
También cantan al sueño hipnotizante,
tiempo reparador de toda fuerza,
y escape del que llora y del que ama.
La música del bardo es simple y pura
para el entendimiento de los hombres
que disfrutan por todas las edades.
12/08/99