A mi inclusión curiosa
al mundo llega un súbito sentido:
Me palpo en la morosa
masa del que ha nacido,
cuerpo que rítmicamente es latido.
Pulsación que se dilata
y me arrastra en el tiempo sin reposo:
la sucesión innata;
el respirar glorioso;
ser mi sentir; llorar mi ser. Lo hermoso
continúa y existe,
como la blanda luz que recién veo,
y por quien hoy subsiste
alado cabrilleo:
color que intensifica mi deseo.
Todo acaricia cuando
ecos hurgan en mi alma sensitiva,
como corroborando
ellos mi receptiva
forma que crece en desnudez nativa.
11/07/89