con el mítico instrumento de su voz:
miembro alado, nervio espiritual del hombre;
voz que escapa a más allá de lo que soy,
y que gusta de la noche
y habitarla,
mientras lame la humedad de las ventiscas
con palabras.
Pero, ¿Adónde va que nadie la oye y siente?
Aquí yo tan sólo sé que existe
donde vuela el aura,
espumosa mensajera,
falleciendo en los oídos de otras playas.
Canta el pueblo
y a su voz la fiesta crece.
27/09/88
espumosa mensajera,
falleciendo en los oídos de otras playas.
Canta el pueblo
y a su voz la fiesta crece.
27/09/88