Fue mi sueño tan próximo a la muerte
que despertando
olvidé la certeza de mi vida.
¡Recordar no quisiera aquella suerte
de dolor, cuando
asistí a una aurora retraída!
Ese día no supe quienes fueron
los circundantes:
las paredes, los cuadros, las ventanas.
Extrañado miré cosas afuera
y tan distantes
que el hombre renegó de las mañanas.
22/01/87